16 de octubre de 2012

Puente...

Esta carrera es tan estúpida como estupenda.

Vale, cosas nuevas. He pasado este puente en casa de mi abuela, comiendo todo lo bien que pude.  Pero he nacido con el don de la impulsividad... y no es que me haya pasado, simplemente no he controlado como quería. En fin, ya veremos lo que dice mi báscula el miércoles.

Bueno, por otra parte, mañana tengo examen, no he estudiado. Ahora no lo voy a hacer ya, estoy muerta del gym. Voy a dormir e intentaré madrugar para estudiar algo por la mañana. Me siento mal porque estoy perdiendo la rutina con los estudios.




9 de octubre de 2012

El error de mi vida se llama M.

Hoy me apetece desahogarme. Tengo algo de tiempo antes de ir a clase, y voy a soltarlo. Te voy a dejar ir, para que no vuelvas más.

Tengo 20 años. Descubrí el amor, o el roce de la piel con otra piel, con 15 años. Con G. Fuimos felices en la distancia, y al igual que felices fuimos infieles. Fingimos que no importaba, que no pasaba nada, que estábamos en otro punto en el que la infidelidad no era considerada grave, todo por la distancia. Los kilómetros lo excusan todo.

Llegó el día en que el camino que debíamos hacer para vernos se redujo a metros, un par de calles. Vernos a diario. Y eso nos mató lentamente. Yo, que tan comprensiva soy, soy más celosa aún. Y tu, que eres muy maduro, también eres algo gilipollas. Nunca debiste decirme todas las cosas que habías hecho, todas las chicas que habían puesto su boca en tu cuerpo, sus piernas alrededor de tu espalda.

Y yo, que tan celosa soy, soy más rencorosa aún. No podía dejar de echarte esas infidelidades, que ahora si importaban, en cara. Y te cansaste de mis palabras. Y te cansaste de mi. Y de mis besos. Y te fuiste.

Entonce M intentó recoger los pedazos que quedaban de mi, y quiso formar una nueva Jess. Una Jess a su medida, a su imagen y semejanza. Jugó a ser Dios. Y yo, que tan renconrosa soy, soy más rebelde aún. Y sí, fui cruel, usé a M para olvidar a G, seguí su juego. Pero tengo que reconocer que me canso rápido de los juegos, y empecé a odiar a M.

Le odiaba con todas mis fuerzas, por querer cambiarme, por agobiarme, porque no hacía nada con su vida. Yo necesito a un hombre a mi lado, no a un nini. Y eso era él, no estudiaba, no trabajaba. Se permitía catalogar mi carrera como fácil, me desprestigiaba e intentaba hundir mi autoestima. Y más de una vez lo consiguió. Me daba pena, siempre estaba enfermo. Tuvo cáncer. Y yo, que soy rebelde, no tengo la capacidad de decir NO a una persona que sufre. Más tarde me dí cuenta de que M obviamente se aprovechaba de su situación. Pero me dí cuenta tarde, después de tatuarme su nombre.

Y lo hice porque me lo suplicó. Necesitaba una prueba de que le quería, de que su vida tenía sentido, que alguien le necesitaba. Y yo, todo compasión, pensé que un tatuaje no era para tanto, que otro podría taparlo.

Y pasaron los días, y yo no le quería. Nunca llegué a hacerlo. Follar con él era un suplicio, cerraba los ojos y esperaba que terminara pronto, pensaba en mis noches calientes con G, y lloraba. Más de una vez pensé que era más fácil que M se muriera, ya que no podía dejarle porque me chantajeaba.

Sé que suena duro, despiadado, que parezco una zorra... pero hay que vivirlo. Lo sosportaba mejor gracias a G, que nunca salió del todo de mi vida. Nos veíamos a veces, y una corriente iba desde mi nuca a mi clítoris cuando me tocaba. Me vio el tatuaje, me dijo de todo. Me sentí mal. Hubo una época en la que me sentía así cada día. Y comía, y comía, y comía... sólo para intentar sentirme mejor, como queriendo llenar un vacío. Pero lo único que se llenaba era mi cuerpo de grasa.

No sé como, reuní valor, me volví egoísta, y dejé a M. No lo hice de la forma más elegante, pero me liberé. Y volví con G, después de unas cuantas pruebas de fuego.

Hoy M me ha hablado, y lo primero que he sentido ha sido asco, asco puro al ver la foto que tenía en el whatsapp. Él, y dos pivonazos en bikini abrazándole. No estoy celosa, estoy decepcionada. Todas las mujeres esperamos que nuestro ex nos guarde luto para siempre, que no levante cabeza sin nosotras... Y más con las cosas que él me decía. En ése momento, cuando ví la foto, sólo pude pensar: grandísimo hijo de puta mentiroso, me tuviste 10 meses engañada, cuando te vale cualquiera. Ojalá te rompan el corazón y las piernas hasta que sufras todo lo que yo sufrí cada día de mi vida contigo.

Bueno, creo que esto es todo, a grandes rasgos. La vida sigue para todos, y me ha llegado la hora de ir a clase.

Thinspiration time:











Life is just like a...

Hoy ha sido una holly crap de día. La perra me ha destrozado muchísimas cosas mientras estaba en clase. Sí, en esa clase en la que lo único que he aprendido es que no tengo mucha idea de Transmisión de Calor por convección. Sí, en esa clase en la que he hablado con una antigua amiga, y me he dado cuenta de que la echaba de menos. 

Hoy ha sido una mierda de día, es la conclusión. Porque aunque he hablado con esa amiga, sé, ambas sabemos, que no se repetirá mucho. Ella sigue llevándose con el resto del grupo, quienes no pueden ni verme, y en cuanto se enteren de que hoy nos sentamos juntas... En resumen, no volverá a pasar.

Hoy ha sido un día nefasto, porque al sacar mi puré del microondas para cenar me he quemado la mano. Me han salido llagas, y me he quedado sin cena. Cuando eres estudiante sin ingresos no puedes permitirte improvisar una nueva cena. Aquí está todo racionado al día.

Pero, a pesar de todo ésto, y de que me siento gorda por no haber ido al gym, puedo afirmar que mañana será un buen día. O eso espero. O eso necesito.

Hay que ser positivos, y si hoy me he quemado la mano con el puré, es porque igual no debía cenar, porque ya me metí una pizza en el cuerpo a la hora de comer. Es un descuido que no puedo permitirme más, y menos sin haber ido hoy a spinning. 

Thinspiration time:

Así soy ahora, con mi 1,66 m.


Así pretendo ser. Con esfuerzo. Con tiempo. Con cabeza.

















Mañana más!

7 de octubre de 2012

De vuelta.

Así que aquí estoy otra vez. He sobrevivido a uno de los veranos más intensos de mi vida. ¿A qué me he dedicado?
  1. Tapar el tatuaje que ponía el nombre de mi ex, pero se sigue viendo. La historia no se borra.
  2. Ir con mi novio y con mi perra de vacaciones.
  3. Probar por primera vez los chipirones. Están buenos.
  4. Leerme la trilogía completa de 50 Sombras en menos de 2 semanas.
  5. Comprarme coche! Si señores, soy una jovencita con coche propio, lo que se dice un partidazo.
  6. Conocer a mucha gente. En realidad a la persona más importante que he conocido, digamos que ya la conocía. Somos del mismo barrio desde siempre, y a mi siempre me había parecido un poco borde y despegado de la sociedad. Por cosas de la vida, que no son otras que nuestros perros se olieron mutuamente el culo, empezamos a hablar. Y así seguimos. No puedo pasar un día sin habarle por el whatsapp para meterme un poquito con él.
  7. Que me robaran el móvil nuevo, y que el seguro aún no me haya dado otro.
  8. He madurado. Eso creo.

Y vuelta a la realidad, a mi ciudad de estudio. Vuelta a los brazos de mi novio, y la vuelta no fue fácil. Desee estar en Oviedo con mis amigos en lugar de con él. Me he dado cuenta de que somos muy diferentes, pero no necesariamente tiene por qué ser malo.

El caso es ése, aquí estoy. Quemando otra vez el gym. Agobiándome en la universidad. Sacando a la perra 4 veces al día. 

Pero como no hay guerra que mil años dure, en el puente del Pilar me voy de vacaciones al mediterráneo.
That's what I call: Fuck yeah! Aunque realmente, el mar que me enamora es el cantábrico, la tierrina tira mucho. Aquí la prueba.